La refracción ocular es un examen realizado para determinar si una persona tiene algún error refractivo, es decir, si su visión está borrosa o distorsionada debido a problemas de enfoque en el ojo. La refracción también ayuda a determinar la necesidad de lentes correctivos y la prescripción adecuada de los mismos.
Durante la refracción, el retinólogo utilizará una serie de lentes para evaluar la capacidad de enfoque del ojo del paciente. La prueba consiste en presentar diferentes combinaciones de lentes para evaluar la mejor corrección posible de la visión. El retinólogo utilizará un instrumento llamado refractor para presentar lentes de diferentes potencias y evaluar cómo el paciente ve a través de cada uno.
El objetivo de la refracción es determinar la mejor corrección posible para el paciente, lo que puede incluir lentes correctivos para la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia. La refracción también puede detectar problemas oculares más graves que pueden requerir tratamiento adicional, como el estrabismo o el ojo vago.
Los beneficios de la refracción incluyen la detección temprana de problemas de visión y la prescripción de lentes correctivos que pueden mejorar la calidad de vida de las personas. Una vez que se determina la mejor corrección para la visión, los pacientes pueden obtener lentes correctivos para corregir su visión y disfrutar de una mejor calidad de vida. Además, la refracción es una prueba no invasiva y fácil de realizar que no causa ningún dolor ni molestia al paciente.