Con el objetivo de minimizar el número de intervenciones quirúrgicas, abaratar costos, e incrementar la calidad de vida y comodidad del paciente, algunos retinólogos especializados pueden realizar cirugías combinadas de catarata y retina.
Es así como se pueden un buen retinólogo en una misma intervención, puede realizar una cirugía de catarata compleja y a continuación una cirugía de retina, lo que puede ser beneficioso para el paciente.
Así, la primera etapa de la cirugía combinada ocurriría en el cristalino, y la segunda etapa en el interior del ojo, hacia la retina.
Cirugía de Catarata
Durante la cirugía de catarata, se realiza una pequeña incisión en la córnea, llamada incisión corneal o paracentesis, para acceder al interior del ojo. Ya en el interior del ojo, en el área del cristalino, se utiliza un dispositivo llamado facoemulsificador que emite ondas ultrasónicas para fragmentar y succionar la catarata. Esto implica la fragmentación y extracción del cristalino opaco.
Luego se coloca un lente intraocular (LIO) plegable dentro del ojo para reemplazar el cristalino natural. El lente se despliega y se coloca en la posición adecuada. Finalmente, la incisión corneal se cierra con suturas muy finas o se cierra por sí sola, ya que las incisiones modernas tienden a ser auto sellantes.

Varias circunstancias pueden hacer que una cirugía de catarata sea más compleja. Algunos factores que pueden contribuir a la complejidad de la cirugía incluyen:
- Complicaciones preexistentes: Si el paciente tiene afecciones oculares preexistentes, como glaucoma, degeneración macular, uveítis o retinopatía diabética, la presencia de estas condiciones puede aumentar el riesgo de complicaciones durante la cirugía de catarata.
- Catarata avanzada o dura: Las cataratas avanzadas o densas pueden dificultar la fragmentación y extracción del cristalino opaco durante la cirugía. Esto puede requerir técnicas adicionales o instrumentos especiales para disolver o fragmentar la catarata de manera efectiva.
- Pupila pequeña o pupilas no reactivas: Una pupila pequeña o no reactiva puede dificultar la visualización adecuada de la catarata y la colocación del lente intraocular. En estos casos, puede ser necesario dilatar la pupila o utilizar dispositivos especiales para mejorar la visibilidad.
- Problemas con la cápsula posterior: Durante la cirugía de catarata, se realiza una abertura circular en la cápsula que rodea el cristalino. Si hay debilidad o ruptura de la cápsula posterior, puede resultar en mayor dificultad para extraer el cristalino y colocar el lente intraocular.
- Otras complicaciones intraoperatorias: Durante la cirugía, pueden ocurrir complicaciones inesperadas, como hemorragia intraocular, desgarros de la cápsula, luxación del cristalino o daño al endotelio corneal. Estas situaciones pueden hacer que la cirugía sea más desafiante y requiera maniobras adicionales para abordar y resolver los problemas.
- Cirugía previa en el ojo: Si el paciente ha sido sometido a cirugías oculares previas, como cirugía refractiva corneal o cirugía de glaucoma, puede haber cambios en la anatomía ocular que dificulten la cirugía de catarata.

Es importante tener en cuenta que la complejidad de la cirugía de catarata puede variar según cada caso individual y la experiencia del cirujano. Antes de la cirugía, el oftalmólogo evaluará cuidadosamente los factores de riesgo y determinará la mejor estrategia quirúrgica para abordar cualquier complejidad potencial y lograr un resultado óptimo para el paciente.
¿Qué ocurre durante las cirugías combinadas de catarata y retina?
El proceso de una cirugía combinada de catarata y retina puede incluir los siguientes pasos:
- Evaluación preoperatoria: evaluación completa que incluirá pruebas y exámenes específicos para evaluar tanto la catarata como la afección de la retina. Esto puede involucrar pruebas de visión, dilatación de pupilas, oftalmoscopia, OCT y otras pruebas especializadas.
- Planificación quirúrgica: El retinólogo, junto a un equipo multidisciplinario, trabajará para desarrollar un plan quirúrgico adecuado a las necesidades del paciente. Se discutirán las opciones de tratamiento y se establecerá el enfoque quirúrgico más apropiado.
- Procedimiento quirúrgico: Durante la cirugía combinada, se realizará primero la extracción de la catarata mediante una técnica como la facoemulsificación, en la cual se fragmenta y aspira el cristalino opaco.
- Luego, se abordará la afección de la retina, que puede implicar técnicas como la vitrectomía, la liberación de membranas o el tratamiento con láser, según la condición específica.
- Recuperación y seguimiento: Después de la cirugía, se proporcionarán instrucciones para el cuidado postoperatorio, que pueden incluir el uso de medicamentos, la protección ocular y la programación de visitas de seguimiento. Es fundamental seguir las indicaciones del equipo médico para una recuperación óptima y monitorear la respuesta tanto de la catarata como de la retina a la cirugía.
La cirugía combinada de catarata y retina ofrece la ventaja de abordar simultáneamente múltiples afecciones oculares, lo que puede reducir el número de intervenciones quirúrgicas y mejorar la eficiencia del tratamiento. Sin embargo, cada caso es único, y el plan quirúrgico se adaptará a las necesidades y condiciones específicas de cada paciente.