La cirugía de retina tiene como objetivo abordar afecciones oculares que afectan directamente la retina y la mácula, como desprendimiento de retina, agujeros maculares, tracción vitreomacular, membranas epirretinianas, entre otras. Se centra en restaurar o mejorar la función de la retina y la mácula para preservar o recuperar la visión.
La cirugía de retina es el único proceso quirúrgico que ocurre en el interior del ojo, una zona delicada y que requiere un alto nivel de especialización. Además, el proceso requiere el dominio de instrumentos y técnicas microquirúrgicas únicas de este tipo de cirugía.
La retina, ubicada en el interior del ojo tiene un grosor de unos 500 micrómetros, es extremadamente delgada, y sensible a la luz. Durante la intervención quirúrgica, los cirujanos deben trabajar con delicadeza, cuidado, y precisión micrométrica para evitar daños y evitar riesgos de complicaciones.
¿Cuáles son los síntomas del desprendimiento de retina?
Los síntomas del desprendimiento de retina pueden variar de una persona a otra, pero a continuación se enumeran algunos de los signos y síntomas comunes asociados con esta condición ocular grave:
- Destellos de luz: Puedes percibir destellos de luz intermitentes en tu campo visual, incluso en condiciones de poca luz o con los ojos cerrados.
- Moscas volantes: Puedes notar la presencia de pequeñas manchas oscuras o líneas flotantes en tu campo de visión, conocidas como moscas volantes. Estas moscas volantes pueden ser más evidentes cuando miras a una superficie clara, como una pared blanca o un cielo azul.
- Visión borrosa: La visión puede volverse borrosa o disminuir en calidad en el área afectada por el desprendimiento de retina.
- Sombras o cortinas en el campo visual: Puedes experimentar una sensación de sombra o cortina que se extiende gradualmente en tu campo de visión. Esto puede indicar un desprendimiento de retina progresivo.
- Pérdida de visión periférica: Puedes notar una disminución o pérdida repentina de la visión periférica en uno de tus ojos. Puedes sentir que no puedes ver objetos o personas ubicados en el lado afectado.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas no son exclusivos del desprendimiento de retina y también pueden estar asociados con otras afecciones oculares. Si experimentas alguno de estos síntomas, especialmente si son nuevos o se presentan de manera repentina, es crucial buscar atención médica de inmediato. Un retinólogo podrá realizar un examen ocular completo para evaluar tu retina y determinar si hay un desprendimiento o cualquier otra afección ocular que requiera tratamiento urgente.
El Plan Quirúrgico
Antes de la cirugía, el retinólogo debe preparar con cuidado su plan quirúrgico, en el caso de las cirugías simples, este plan se prepara a partir de una combinación de 400 técnicas que el cirujano debe dominar al detalle. En el caso de las cirugías combinadas, el número de técnicas a combinar se multiplica. Además, cuando la cirugía es compleja, el dominio de las técnicas seleccionadas en el plan debe ser mucho más exquisito y delicado.
Para determinar el plan quirúrgico, el retinólogo revisará la historia clínica del paciente, incluyendo los síntomas, la duración de la enfermedad y los tratamientos previos. Se realizará una evaluación física completa, que puede incluir pruebas de visión, evaluación del campo visual, dilatación de pupilas y examen de la retina mediante oftalmoscopia y OCT. El cirujano realizará, también un diagnóstico preciso de la afección retiniana mediante la interpretación de los hallazgos clínicos y los resultados de los estudios complementarios, como angiografía, tomografía de coherencia óptica (OCT), ultrasonido y pruebas genéticas si es necesario.
Entonces el retinólogo explicará al paciente las opciones de tratamiento disponibles, incluyendo la cirugía de retina y otras modalidades terapéuticas. Se discutirán los beneficios, riesgos y posibles resultados de cada opción, teniendo en cuenta las características individuales del paciente y la afección retiniana específica.
Una vez que se decide la cirugía de retina como opción de tratamiento, el retinólogo determinará el enfoque quirúrgico específico. Esto implica considerar factores como la gravedad de la afección, el tamaño y la ubicación de las lesiones retinianas, las técnicas quirúrgicas más adecuadas y la necesidad de utilizar herramientas o tecnologías especializadas.
Una vez realizado el plan quirúrgico se pasará a administrar la anestesia local, que adormecerá el área alrededor del ojo. Y es entonces que se accede a la retina. En ese caso, se realizará una pequeña incisión en el ojo por la cual se accederá a las profundidades del ojo humano. En ocasiones hay que remover parte del gel vítreo mediante un proceso llamado vitrectomía.
Para realizar un proceso tan delicado el retinólogo utilizará herramientas como el vitrectomo, que es una sonda fina que se introduce en el ojo para eliminar el gel vítreo; el endoláser, un láser especializado para cirugías de retina, que permitirá cauterizar áreas específicas; un lente de contacto especial que permitirá ver la retina con detalle; la lámpara de hendidura, que utilizará para iluminarse mientras está sumergido en las profundidades del ojo humano. Además utilizará pinzas, tijeras, y lazos, diseñados específicamente para trabajar en la micrométrica escala de la retina.
Ya dentro de la retina, hay toda una serie de procedimientos que pueden realizarse en dependencia de la afección específica que se esté tratando. Los desgarros o desprendimientos de retina, la eliminación de membranas o cicatrices, la aplicación de medicamentos en la retina y otros procedimientos especializados. Finalizada la cirugía se cierra la incisión con suturas muy finas.
Después de la cirugía, es posible que el paciente deba usar un parche en el ojo durante un período corto para protegerlo. Se le proporcionarán instrucciones sobre el cuidado postoperatorio, como el uso de medicamentos oculares, restricciones de actividad y citas de seguimiento para evaluar la respuesta al procedimiento y la recuperación de la visión.
¿Qué determina que una cirugía de retina sea más compleja que otra?
Ya se dijo que algunas cirugías de retina pueden ser más complejas que otras. Y esto dependerá del tipo de afección del paciente. Por ejemplo, un desprendimiento de retina extenso o una tracción vitreomacular severa pueden requerir maniobras más complicadas y delicadas para abordar y reparar.
Además, la etapa y extensión de la enfermedad en la retina. Muchas veces se ha dicho que la cirugía de retina debe hacerse tan pronto como se noten los primeros síntomas. Mientras más tiempo transcurra entre la afectación y el tratamiento más compleja será la cirugía, y menos eficiente será la recuperación, y mayor será el desafío quirúrgico para restaurar la función visual.
Por otro lado, diferentes pacientes tienen diferentes anatomías en sus ojos, lo que puede hacer que una cirugía de retina sea más compleja. Por ejemplo, la presencia de cicatrices previas, membranas o tracción en la retina puede dificultar la cirugía y requerir técnicas más avanzadas.
Algunas condiciones oculares pueden presentar complicaciones adicionales que aumentan la complejidad de la cirugía de retina. Por ejemplo, la presencia de hemorragias, inflamación ocular severa o cataratas concomitantes puede requerir abordajes más complejos durante la cirugía.
Finalmente, la experiencia y habilidad del cirujano son muy importante. Un cirujano con amplia experiencia y habilidades avanzadas puede abordar casos más complejos y manejar complicaciones de manera más efectiva. Un cirujano delicado, cuidadoso, exhaustivo en su trabajo, y empático con el paciente puede hacer la diferencia entre un cirujano precipitado, e insensible con la calidad de vida del paciente.
Aunque toda la intervención quirúrgica de retina ocurre en un área de apenas unos 22 milímetros de promedio, como el desgarramiento de retina puede llegar a ser de unas pocas micras, y la visibilidad en el interior del ojo es tan reducida. Encontrar un desgarro de retina es como encontrar un hilo de coser verde en un campo de fútbol, de noche, con las luces apagadas, solo con una pequeña linterna. A esto añadir que la función del cirujano es encontrar TODOS los desgarramientos en la retina, pues si uno quedara se compromete toda la cirugía.
La alta complejidad de este tipo de cirugía implica que los factores profesional y humano son un elementos esenciales a tener en cuenta en este tipo de intervenciones oculares. Un buen cirujano de retina puede significar la diferencia entre una intervención quirúrgica de éxito y una complicación indeseada.